-Lo más importante
es la respiración: se respira por la nariz SOLAMENTE, y de preferencia se
exhala también por ahí. Se vale expirar por la boca cuando se hace un gran
esfuerzo, como subir una cuesta empinada o echarse un gran sprint; pero la
respiración es exclusivamente nasal. Es increíble ver cómo tanta gente que se
supone es educada e inteligente insiste en respirar por la boca, o quedarse
boquiabierta como si eso fuese lo natural. Es tan importante la respiración
nasal que se requiere toda una nota aparte, y aún libros enteros para ponderar
adecuadamente este asunto. Así que espero más adelante poder compartir algo
exhaustivo sobre este tema.
-Enseguida hay que
tomar en cuenta la hidratación. Si estamos bien hidratados el viaje en
bicicleta será placentero, una experiencia exquisita. Salir a pedalear en un
día caluroso y no haber tomado unos traguitos de agua antes de salir puede
convertir la experiencia en un tormento, que se agravará si no bebemos agua o
líquidos rehidratantes en el paseo. Podemos pedalear por horas enteras bajo un
sol candente, pero si bebemos constantemente agua no tendremos problemas. Hay
que tomar el agua de vez en ves y por pequeños sorbos, y no una botella de
golpe, para evitar saturar la vejiga.
-La postura es
igual de una prioridad capital. Adiós poses comodinas, que a la larga nos traen
cansancio y problemas de espalda. Los isquiones, que son los puntas de abajo
del sacro, deben apoyarse firmemente sobre el asiento, debes sentarte sobre la
parte ancha del asiento, nunca sobre la delantera y puntiaguda. Si no sabes
dónde están los isquiones es fácil encontrarlos: toca la parte baja de tus
glúteos, esos huesos puntiagudos son los isquiones.
-Si te sientas
correctamente con tus isquiones, será fácil que lleves la columna
razonablemente recta, eso es también muy importante. Es inevitable que al usar
una bicicleta te inclines hacia adelante, pero aún en esta circunstancia debes
evitar exagerar la curvatura de tu cuerpo, lo más correcto es que la columna
esté lo más derecha posible. Si bien es natural encorvarse un poco al frente,
por ningún motivo debes permitir que tu columna se desvíe a los lados.
-La altura del
asiento también tiene que ver: debes ajustar el asiento de tal suerte que al
sentarte en él e impulsar el pedal hasta que éste llegue abajo, tu pierna quede
completamente extendida, sin formar ángulo. Las personas que usan un asiento
demasiado bajo pronto tendrán problemas dolorosos en los meniscos, y hasta
caminar les resultará difícil.
-Al pedalear debes
evitar el bamboleo de tu cuerpo. No dejes que tu cuerpo se balancee a los
lados, ni hacia adelante y atrás como si fueras remando. Desperdicias muchísima
energía y circulas con lentitud. Mejor concentra el esfuerzo en muslos y
pantorrillas. Al principio te parecerá difícil, sobre todo en las subidas,
debido al ácido láctico que se libera, pero si eres constante se desarrollarán
tus músculos de los muslos y los triceps de las pantorrillas y subir será
fácil.
-Encuentra la
cadencia adecuada para ti. Todos tenemos una cadencia ideal para desarrollar
nuestras actividades. Cadencia significa hacer las cosas con un esfuerzo y
ritmos constantes por un periodo razonablemente largo. Para los autos sería ir
a velocidad crucero. Para uno es mantener la intensidad de nuestro esfuerzo
por horas. No es lo mismo que velocidad, es ritmo en el pedaleo, sostener el
movimiento de las piernas con un intervalo regular en subidas y bajadas de pies.
Para encontrar tu cadencia lo mejor es que diariamente uses la bicicleta y
cuando te encuentres cómodo en un ritmo dinámico, que no sea lento ni
excesivamente veloz, esa es tu cadencia.
Las estrellas que
tienen las bicis modernas sirven para eso: más que para subir cómodamente o ir
muy rápido, están diseñadas para ayudarnos a mantener una cadencia uniforme sin
importar si estamos en montaña, ciudad o campo traviesa.
Andar en bici no
tiene por qué ser cansado, al contrario, debe ser una actividad estimulante,
que nos libere endorfinas, atraiga la salud y aleje la enfermedad.
Finalmente, no
reniegues del sol, la lluvia y el frío: disfrútalos, son bendiciones. El frío
cede cuando tienes un rato pedaleando, la lluvia te refresca, el sol te da
vitamina D y te broncea.
A pedalear.
Fuentes: Manual de Reparación de Bicicletas, Editorial
Trillas.
Yoga Para Todos, Indra Devi.
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