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Rocio art

viernes, 10 de febrero de 2017

El temible demonio volador que sabía hacer el bien: Tlacatecólotl

El misterioso dios del bien y el mal

Ha crecido enormemente el interés en el mundo en torno a seres sobrehumanos que gustan de presentársenos como dioses, cuando en realidad son seres malignos. De acuerdo a nuestras ancestrales tradiciones. a lo largo de la existencia de la humanidad, en todas las regiones del mundo, la gente ha tenido contacto con personas de características extraordinarias.
El estado de Veracruz no es la excepción. Las personas de la región de Chicontepec, de lengua náhuatl, creen en un ser capaz de volar, tiene el aspecto de un enorme tecolote o búho, y se le llama precisamente el Hombre Tecolote, Tlacatecólotl en náhuatl.

Actualmente se identifica a Tlacatecólotl con el diablo cristiano, y hasta se le imagina con rabo, cuernos y cola como nuestro entrañable Satán.
Sin embargo, antes de la conquista se conceptuaba a Tlacatecólotl como un dios del bien y del mal,
Tlacatecólotl es algo parecido a un nahual,  sólo que alado, con grandes ojos de búho y capaz de volar. Los antiguos indígenas de la zona central veracruzana creían  le tenían tal pavor que sólo es comparable con el miedo supersticioso que algunos cristianos de hoy le tienen a los demonios.
Todavía en la actualidad en pueblos cercanos a los límites con el estado de Puebla la gente declara haber visto por las noches un “hombre que vuela”, algo así como una enorme lechuza que atraviesa los aires en busca de no se sabe qué.
La gente de las Altas Montañas asegura que en plenos años setentas el Hombre que Vuela fue visto en la mismísima ciudad de Orizaba, población muy populosa que de pueblerina nada tiene.
Los campesinos con frecuencia expresan haber visto al “Malo”, al “Nahual”, al “Diablo”, en tal o cual solitaria senda, carretera poco transitada o cruce de caminos. La solución frecuentemente es colocar en el lugar del avistamiento una pequeña capilla bien iluminada, en la cual hay la imagen de una advocación mariana: la Virgen de Guadalupe, o la de Juquila, o a la que mayor devoción tengan los fieles.
Todo esto nos trae a la mente la historia del Hombre Tecolote que los indígenas llaman Tlacatecólotl.  Tlacatecólotl, si bien es el dios del bien y del mal a la vez, es considerado un dios alegre y festivo, que se distinguía por su humildad, y en cuyo honor se creó el carnaval de Chicontepec.
Los investigadores de la Universidad Veracruzana han aportado muy interesantes datos acerca de la historia de Tlacatecólotl.
  Cuenta la leyenda que ene el monte Xochicoatepec una parvada de búhos dijo cantando a Tlacatecólotl: "Gran hombre-búho, tu misión en esta tierra ha terminado y ahora tendrás que regresar con el sol, porque te necesita."
 Tlacatecólotl,sólo tenía cuarenta días de nacido, pero que ya era adulto. Al escuchar las palabras de los búhos acudió al llamado pidiendo 28 días para prepararse; en ese periodo instruyó a curanderos y hechiceros, enseñándoles magia. Enterró dinero para los pobres y se fue solo con un morral y su ropa. Los búhos lo llevaron hasta el cerro de Xochicoatepec. 
Los curanderos y hechiceros hicieron una gran fiesta para honrar a hacer una gran fiesta para honrar a Tlacatecólotl. Danzaron y entonaron melodías rituales. 
Fue así cuando uno de los hechiceros creó el nahnahuatilli o carnaval nahua para venerar a Tlacatecolotl. 
Tlacatecolotl,convertido en mujer, se le apareció a un huehuetlacatl, o viejo ritualista. Le dijo que en la danza deberían participar hombres disfrazados como mujeres. Desde entonces el carnaval de Chicontepec es una gran fiesta donde los hombres se visten de mujeres, y se comparte gran cantidad de comida, bebida, y la gente se divierte mucho.
En el carnaval se realizan rituales, danzas y ofrendas en honor de los dioses, especialmente Tlacatecólotl
Esta festividad transcurre desde la víspera de la Cuaresma hasta el Miércoles de Ceniza, durando al menos cuatro días..
El tlayecanketl, que se encarga de organizar la fiesta, hace que músicos y danzantes se integren a la comparse y preparen la coreografía, la indumentaria, las máscaras y otros objetos rituales. Antes de ello, los participantes van a los cerros para orar, purificarse y pedir a Tlacatecólotl que les dé poderes para curar.

Los irreverentes danzantes del carnaval de Chicontepec

El carnaval empieza con un ritual de rezos a Tlacatecólotl y otros dioses. Sahúman con copal los utensilios de los danzantes.Rocían con sangre de aves una imagen ceremonial del dios, y luego le ofrecen comida, música y danzas. Todos los danzantes son son hombres, aunque como ya vimos, algunos van disfrazados de mujeres, simulando ser mujeres indígenas, mestizas o prostitutas.
Los disfraces también aparentan ser rostros de viejos, guerreros, diablos, charros, caciques, sacerdotes y locos.
Les gusta ridiculizar a los sacerdotes católicos parodiando sus sermones.
A media noche, los curanderos realizan una ceremonia donde agradecen a Tlacatecólotl por el don de poder curar; también presentan sus respetos los ganaderos que han visto multiplicarse sus animales.


En los rituales se ofrecen comida, sangre de animales, papel ceremonial, bebidas y velas, 
A los ocho días de iniciado el carnaval, hay un gran baile popular, donde participa todo el pueblo. Allí hay una nueva ceremonia para dar gracias a Tlacatecólotl por el carnaval.
Hay carnavales no sólo enChicontepec, sino también en otras poblaciones. En algunas de ellas, se acostumbra que los danzantes se purifiquen en un cerro, guarden sus máscaras y las dejen listas para usarlas el próximo año.
Los danzantes tienen la obligación de participar en el carnaval durante siete años consecutivos, sólo así evitarán que Tacatecólotl los castigue con desgracias y enfermedades.
Próximamente les compartiremos más datos sobre el carnaval de Chicontepec y les diremos cómo llegara esa pintoresca población veracruzana.